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Consejos para controlar la obesidad

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Actualmente la obesidad y el sobrepeso son considerados una epidemia mundial que ocasiona múltiples problemas de salud y deterioro de la calidad de vida de quienes la padecen. 

Para controlar esta condición, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte a los países sobre la importancia de promover programas de educación y concientización dirigidos a la población, para implementar hábitos saludables que incluyan una adecuada alimentación y la realización de actividad física constante. 

Aunque existen tablas que comparan la estatura y el peso para determinar el índice de masa corporal y definir el peso ideal de las personas, es importante tener en cuenta que esta apreciación es individual e incluye no solo una cifra expresada en kilogramos o libras, es también un estilo de vida con el cual nos sentimos cómodos y saludables.

Alimentos para contrarrestar la obesidad

Una adecuada alimentación es esencial para conservar un peso estable, y para lograrlo es conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones a la hora de tomar los alimentos:

  • Establecer horarios diarios para las comidas.
  • Comer en un ambiente estable y tranquilo.
  • Tomar el tiempo para comer, preferiblemente sentado y sin prisa.
  • Es importante no realizar otras actividades simultaneas, de esta forma el cerebro asimilara que se el cuerpo se esta alimentando y enviara el mensaje de saciedad en el momento indicado.
  • No se debe comer cuando se esta perturbado o alterado, es preferible esperar hasta que se este de buen animo.
  • Comer a un ritmo  moderado, ni muy lento y muy rápido.
  • Se deben preferir los alimentos fresco y recién cocidos.

Consejos para la hora de ejercitarse y evitar la obesidad

Una de las medidas más efectivas para combatir la obesidad y el sobrepeso es practicar ejercicios con regularidad,  para ello, es importante elegir un ejercicio que realmente nos agrade y con el cual nos sintamos cómodos. 

Algunas encuestas realizadas en Colombia y otros países de América sobre los hábitos deportivos y la frecuencia en la práctica de ejercicio de la población, han arrojado cifras alarmantes sobre el sedentarismo y falta de actividad física. Estas cifras demuestran que en general, las personas y especialmente las nuevas generaciones no tienen gran interés en la actividad física y no incluyen el deporte entre sus prioridades de recreación. Según estas  encuestas, las mujeres son quienes menos se ejercitan.

Realizar actividades como caminar, correr o montar en bicicleta al aire libre o utilizar la bicicleta estática, la elíptica o las bandas caminadoras en los gimnasios, son buenas alternativas ya que se pueden practicar en cualquier momento y no requieren ninguna destreza particular o implementos especiales ni pre acondicionamiento físico. 

Ahora bien, para que estos ejercicios sean verdaderamente efectivos, es preciso que su intensidad induzca la quema de calorías, de una manera estable y no lleve al agotamiento físico. 

La manera más sencilla para saber si tal objetivo se cumple es mediante la medición de la frecuencia cardíaca, la cual debe mantenerse en un rango constante según la edad.

En las máquinas de los gimnasios (caminadoras, elíptica, etcétera) es fácil saber si se está en el rango apropiado, porque están dotadas con sensores que miden la frecuencia de los latidos del corazón y brindan esta información de manera automática. 

En caso de estar caminando o trotando al aire libre, una forma práctica de saber si la intensidad del ejercicio es la adecuada consiste en verificar si al hablar sentimos un poco de agitación; es decir, si al ejercitarnos podemos hablar normalmente es preciso aumenta el ritmo del ejercicio y si, por el contrario, nos resulta difícil hablar, significa que el ritmo es demasiado intenso y hay que reducirlo. 

Para obtener los mayores beneficios de la actividad física es necesario practicar ejercicio regularmente y sin excesos. En este sentido, se recomienda ejercitarse por lo menos 3 a 4 veces por semana, durante 20 a 40 minutos y al finalizar la actividad, siempre debe realizarse una fase de recuperación, con ejercicios de estiramiento, acompañados de respiración pausadas y profundas.

Léase también


Artículos de consulta:

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  2. Johnson DA. Obesity. Gastroenterol Clin N Am 2005; 34: 11-3.
  3. Nguyen DM, El-Serag HB. The epidemiology of obesity. Gastroenterol Clin N Am 2010; 39: 1-7.
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  5. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia 2010 (ENSIN)-Resumen ejecutivo.
  6. McTigue KM, Harris R, Hemphill B, et al. Screening and interventions for obesity adults: summary of the evidence for the US Preventive Services Task Force. Ann Intern Med 2003; 139: 933-49.
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