Breve revisión sobre los orzuelos

Aunque la mayoría de los orzuelos no revisten mayor gravedad, es oportuno conocer que son, por que se presentan, como se pueden evitar y tratar y en que momento es necesario consultar con el especialista.

¿Qué son los Orzuelos?

En la base de los parpados, donde aparecen las pestañas, se encuentran unas glándulas llamadas glándulas sebáceas que brindan lubricación a la película lagrimal, cuando estas se inflaman y aparece una protuberancia de color rojizo, con un líquido blanco en su interior, dolorosa y sensible al tacto, se trata de un orzuelo.

Existen dos tipos de orzuelos:

El orzuelo externo que está localizado en el borde del párpado, en la zona de las pestañas; inicia como un ensanchamiento de la piel que se torna de color rojizo, y a medida que avanza presenta un punto de pus en su interior. Es muy doloroso y molesto, además de ser muy visible.

El orzuelo interno se caracteriza por la inflamación de las glándulas de la zona más profunda del párpado; se manifiesta con una inflamación localizada en el borde o el dorso del párpado, y usualmente se presenta con inflamación de la conjuntiva del ojo (la membrana más anterior del ojo) provocando mucho dolor.

¿Por qué se presentan los Orzuelos?

Los orzuelos usualmente se presentan debido una infección con bacterias que se encuentran en la piel y que se introducen en las glándulas sebáceas provocando la inflamación y el dolor, acompañado de lagrimeo, sensibilidad a la luz y sensación de cuerpo extraño en el ojo; esto ocurre frecuentemente por frotarse los ojos con las manos sucias, usar maquillajes en mal estado o productos de aseo de forma inadecuada.

Se pueden presentar en cualquier persona sin distinción de raza, genero o edad; aunque son más frecuentes en personas que sufren ciertas enfermedades crónicas como la diabetes, la blefaritis crónica, la seborrea, o se encuentran inmunosuprimidas o con un alto de grado de estrés ya que esté altera el sistema inmune.

¿Cómo se pueden tratar y prevenir los orzuelos?

Los orzuelos suelen curarse de forma espontáneamente tras un par de días, pero en ocasiones la glándula sebácea inflamada se obstruye por completo, en estos casos puede crecer lo suficiente para causar problemas con la visión.

En los casos más leves se recomienda aplicar compresas húmedas y calientes en el área durante 10 minutos, cada 6 horas, esto ayudará a que el párpado drene y salga el material purulento, la advertencia es que nunca se debe tratar de extirpar el orzuelo, el material debe salir de forma normal. Si el orzuelo sigue creciendo se debe consultar con el médico quien formulará antibióticos tópicos para aplicar en crema en el borde o dorso del párpado o en gotas dependiendo de la severidad de la infección. En algunas oportunidades la infección se puede propagar al resto del párpado generando una infección más severa llamada celulitis del párpado, en estos casos podrá ser necesario un antibiótico oral.

¿Cómo curar los Orzuelos?

Es recomendable no utilizar maquillaje ni lentes de contacto hasta que el área haya sanado, además para prevenir que la infección se presente o se repita se debe tener seguir algunos consejos que incluyen:

Tomar un baño diario con suficiente agua para que los párpados queden limpios, libres de caspas y grasas.
Mantener las manos limpias.
No compartir maquillajes con otras personas.
Mantener los lentos de contacto descontaminados y en perfecta asepsia.
En caso de sentir un cuerpo extraño en el ojo como pestañas o partículas de polvo, no debe pasarse las manos, lo recomendable es lavar con abundante agua o pasar una compresa limpia y húmeda sobre los parpados.
Asistir periódicamente a consulta con el especialista.

¿En qué momento un orzuelo puede incurrir un riesgo mayor y se debe buscar ayuda médica?

Se debe consultar con un especialista de forma inmediata si se presentan algunas de estas condiciones:

Recuerde que una buena salud visual dependerá en gran porcentaje de los cuidados y medidas de prevención que se tomen, así como de las visitas anuales a controles y revisión.

El orzuelo empeora o no mejora después de una semana de haber aparecido, es decir se torna más doloroso, rojizo, crece o sangra.
Presenta dificultades con la visión.
Presenta costra o descamación de los párpados.
Todo el párpado y/o el ojo presentan enrojecimiento.
Presenta alta sensibilidad a la luz o exceso de lágrimas.

Véase también:

Artículos de Referencia

Wright JL, Wightman JM. Red and painful eye. In: Marx JA, ed. Rosen’s Emergency Medicine: Concepts and Clinical Practice. 7th ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2009:chap 32.
Neff AG, Carter KD. Benign eyelid lesions. In: Yanoff M, Duker JS, eds. Ophthalmology. 3rd ed. St. Louis, Mo: Mosby Elsevier; 2008:chap 12.9.
Yanoff M, Cameron D. Diseases of the visual system. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 431.