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El reflujo gastroesofágico: uno de los peores males para los dientes de los niños

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El azúcar proveniente de los alimentos así como el ácido consecuencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, de otras patologías como la bulimia y así mismo de los alimentos, son quizás las sustancias más nocivas para salud dental de niños y adolescentes.

Estos son el grupo más vulnerable al efecto del azúcar y del ácido ya que el esmalte de sus dientes está recién formado y puede ser fácilmente destruido por dichas sustancias. El esmalte es la cobertura exterior del diente, seguido por la dentina, un tejido intermedio más blando que el esmalte.

En el caso de los alimentos, cuando pedazos de carbohidratos ricos en azúcar (como panes, cereales, frutas, pasteles, dulces, gaseosas, etc.) permanecen en los dientes, las bacterias que habitan la boca los digieren y los convierten en ácido. Dicho ácido disuelve el esmalte y forma cavidades; en otras palabras, caries.

En el caso del reflujo gastroesofágico, esta es una condición en la que el contenido del estómago, incluyendo el ácido, asciende al esófago y, en algunos casos, a la boca.

En los bebés, el reflujo generalmente se debe a un sistema gastrointestinal pobremente coordinado. La mayoría que padecen la afección son por lo demás sanos pero otros pueden presentar complicaciones no solo a nivel de los dientes sino también a nivel del cerebro, los nervios y los músculos.

¿Qué puede causar el reflujo gastroesofágico en los niños y bebés?

En los niños mayores, las causas del reflujo suelen ser las mismas que en los adultos. En general, cualquier situación que cause la relajación del esfínter (válvula muscular) entre el estómago y el esófago o aumente la presión del estómago puede producir reflujo.

La obesidad, comer en exceso, los alimentos picantes o fritos, la cafeína, las bebidas carbonatadas y algunos medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (por ejemplo el acetaminofén, el ibuprofeno y la aspirina) contribuyen a la aparición de reflujo. La enfermedad también parece tener un componente hereditario ya que es más común en algunas familias que en otras.

¿Cómo tratar el reflujo gastroesofágico en niños y bebés?

El tratamiento del reflujo —presente en alrededor de un 7% de los niños— depende de la edad del paciente. En los bebés, se recomienda elevar la cabeza de la cuna o el moisés, sostenerlo verticalmente durante 30 minutos después de alimentarlo, darle pedazos de comida más pequeños con mayor frecuencia y, siempre que el médico lo recomiende, espesar el contenido del tetero con cereales y darle alimentos sólidos.

En los niños mayores se recomienda elevar la cabeza de la cama, mantenerse verticalmente durante 30 minutos después de alimentarse, comer porciones más pequeñas con mayor frecuencia, evitar el exceso de alimentos, limitar las comidas que empeoren el reflujo (como las mencionadas anteriormente) y realizar actividad física.

Si el reflujo no mejora con las anteriores medidas, es posible que el médico inicie un tratamiento farmacológico.
Dicho tratamiento puedo estar dirigido a disminuir los gases mediante medicamentos como la simeticona, o a neutralizar o disminuir el ácido estomacal mediante antiácido, antagonista de los receptores H2 de histamina o inhibidores de la bomba de protones.

Otros de los medicamentos disponibles son aquellos que mejoran la coordinación intestinal. La cirugía se reserva para casos extremos.

Así las cosas, se aconseja a las madres de hijos con reflujo gastroesofágico que lo lleven al dentista tan pronto le salgan los dientes para examinar posibles daños al esmalte. Asimismo, se recomienda consultar al médico para que inicie el tratamiento más indicado de acuerdo a la edad, la condición y las características del paciente.

Véase también:

Por: Redacción Salud. Editores Académicos SAS. Febrero 2 de 2015.

Referencias bibliográficas

  1. WebMD. Gastroesophageal Reflux Disease (GERD) in Infants or Children. 2014.