Lo que necesitas saber sobre la gastroenteritis

La gastroenteritis bacteriana es una condición muy molesta y dolorosa causada por la infección del tracto gastrointestinal (estómago e intestinos). Conozca los síntomas y qué hacer si se padece.

Existen muchos tipos de bacterias que pueden producir gastroenteritis, siendo más comunes las infecciones por Salmonela, Campylobacter y Escherichia coli presentes usualmente en alimentos contaminados.

Signos y síntomas

Este tipo de infección provoca irritación e inflamación intestinal que cursa con dolor y cólicos abdominales, náusea y vómitos, inapetencia y diarrea. Es usual el hallazgo de sangre en las heces.

¿Qué hacer si se padece gastroenteritis?

Se debe buscar ayuda médica de forma inmediata si el dolor es muy fuerte y siente picadas en el abdomen, detecta sangre en las heces o éstas son de color negro, presenta diarrea acompañada de fiebre por encima de 38º C o tiene síntomas de deshidratación (sed, vértigo, mareo).

El médico practicará un examen físico y le ordenará análisis de laboratorio que incluyen prueba de materia fecal para determinar qué microorganismo está causando sus síntomas y pruebas sanguíneas para determinar el número y tipo de glóbulos blancos presentes en la sangre, esto ayudará a determinar la causa y estado de la infección.

Adicionalmente es recomendable practicar pruebas de laboratorio en los alimentos que se ha consumido, especialmente si existen varias personas afectadas después de ingerir el mismo tipo de alimento.

El objetivo principal del tratamiento para este tipo de infección es la reposición de los líquidos eliminados durante los episodios de diarrea y el manejo de la infección.

La opción más rápida para reponer los líquidos perdidos es la rehidratación por vía intravenosa (IV) utilizada en los casos más severos, en los casos más leves la rehidratación con soluciones orales será suficiente, lo importante es administrarlos en la cantidad y horarios indicados por el médico.

En los tipos más comunes de gastroenteritis bacteriana generalmente no es necesario administrar antibióticos, a menos que la diarrea sea muy intensa o los síntomas perduren por varios días.

Existen algunas sustancias que ayudan a controlar la diarrea pero no deben ser administradas sin consultar con el médico.

Cómo tratarla

Para lograr una pronta recuperación se recomienda guardar reposo, tomar abundante líquido para reponer el agua perdida, pero evitando las bebidas gaseosas, el alcohol, el café, el té, la leche y los jugos de fruta ácidas. Lo ideal en estos casos es tomar abundante agua, soluciones de electrolitos y caldos e ingerir productos o medicamentos que contengan probióticos ya que estos reducen el tiempo de duración de la diarrea por que fortalecen el sistema inmune de las personas enfermas y evitan la adhesión de los micro organismos infecciosos al epitelio intestinal.

La causa más común de gastroenteritis es la ingesta de alimentos en mal estado que usualmente se contaminan por factores que se deben tener en cuenta para evitar su descomposición, dentro de estos factores se encuentran:

Tips para prevenir la gastroenteritis bacteriana:

Recuerde que la prevención es el mejor tratamiento para las enfermedades infecciosas.

Cocción y preparación con mucho tiempo de anticipación a su consumo, sin una conservación adecuada.
Exposición a temperatura ambiente.
Alimentos recalentados: usualmente no adquieren la temperatura necesaria que permita destruir posibles bacterias patógenas (destaca la toxina estafilocócica).
Alimentos contaminados que no se han lavado y cocinado adecuadamente.
Manipulación de alimentos por un portador de gérmenes patógenos.
Inadecuado proceso de congelación, o que se haya roto la cadena del frío en algún momento antes del consumo.
Carne en contacto con las bacterias normales de los intestinos de un animal que se está procesando.
Aguas contaminadas utilizadas durante el cultivo o embarque que puede contener estiércol o desechos humanos.
Inapropiada manipulación o preparación de alimentos en tiendas de abarrotes, restaurantes o casas.
Siempre lavar las manos adecuadamente antes de manipular los alimentos.
Usar utensilios de cocina como tablas de cortar y cubiertos que estén totalmente limpios.
Descartar productos lácteos o alimentos que contengan mayonesa (como ensalada de col o de papa) que hayan permanecido fuera del refrigerador por mucho tiempo.
Descartar alimentos congelados o refrigerados que no se guarden la temperatura apropiada o que no se recalienten adecuadamente.
Revisar siempre las fechas de vencimiento de los productos empacados.
Lavar adecuadamente las frutas y verduras crudas.
Cocer adecuadamente las carnes y huevos.
Utilizar agua potable para el lavado de los alimentos.
Preparar jugos y sopas con agua hervida o tratada.

Véase también:

Artículos de consulta

http://www.yorkhospital.kramesonline.com/spanish/HealthSheets/3,S,89212. Krames StayWell, 780 Township Line Road, Yardley, PA 19067
Schiller LR, Sellin JH. Diarrhea. In: Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ, eds. Sleisenger & Fordtran’s Gastrointestinal and Liver Disease. 9th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2010:chap 15.
Sodha SV, Griffin PM, Hughes JM. Foodborne Diseases. In: Mandell GL, Bennett JE, Dolin R, eds. Principles and Practice of Infectious Diseases. 7th ed. Philadelphia, Pa: Elsevier Churchill Livingstone; 2009:chap 99.Linda J. Vorvick, MD, Medical Director, MEDEX Northwest Division of Physician Assistant Studies, University of Washington, School of Medicine
George F. Longstreth, MD, Department of Gastroenterology, Kaiser Permanente Medical Care Program, San Diego, California. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.
http://www.webconsultas.com/dieta-y-nutricion/higiene-alimentaria/conservacion-y-preparacion-de-los-alimentos-804