Nuevo medicamento para disminuir las recurrencias de los pterigios

Un pterigio es un crecimiento anormal por inflamación de la conjuntiva que se extiende desde la esclerótica (parte blanca del ojo) hasta la córnea. Genera molestias y en estados avanzados puede comprometer la visión. Aunque sus causas no se conocen del todo, parece ser que la luz ultravioleta de los rayos del sol y de la luz artificial juegan un rol protagónico (ver más: Pterigio).
El diagnóstico de pterigio se confirma con el examen físico de ojos y párpados y en la mayoría de casos no se necesitan pruebas adicionales. El tratamiento definitivo consiste en la remoción quirúrgica del tejido anormal aunque después de este procedimiento, en muchas oportunidades, suele presentarse nuevamente. Las medidas para prevenir que vuelva a presentarse van desde métodos médicos (como fármacos y radiación beta) hasta métodos quirúrgicos (como el injerto conjuntival); el problema es que, aún con estas medidas, se vuelve a presentar en un 38%.

En las últimas dos décadas el bevacizumab, ha sido analizado como posible terapia adyuvante para reducir la recurrencia de los pterigios. Por ejemplo, investigadores en Asia realizaron un estudio con el objetivo de evaluar la eficacia y tolerabilidad de este fármaco.

En la investigación participaron 22 pacientes con diagnóstico de pterigio que fueron sometidos a su extracción. Los participantes fueron aleatoriamente asignados a uno de dos grupos: el primero recibió bevacizumab al 0,05% y el segundo recibió un placebo. Cada mes, los 22 pacientes fueron valorados para detectar si el pterigio volvía a presentarse. Los eventos adversos del medicamento también fueron evaluados cada dos semanas durante los tres meses que duró el tratamiento.

La tasa de recurrencia fue menor en el grupo de bevacizumab que en el grupo de placebo, por lo que los autores concluyeron que el bevacizumab en gotas, como terapia adyuvante después del retiro del pterigio mediante cirugía, es un tratamiento bien tolerado que disminuye las recurrencias. No obstante, se requieren nuevos estudios que determinen la concentración y las dosis más adecuadas del bevacizumab.