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Infecciones vaginales recurrentes

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Las infecciones vaginales son un problema bastante común y aunque en la mayoría de ocasiones ocurren esporádicamente, en algunas mujeres se presenten de manera recurrente, es decir, varias veces al año. Se estima que alrededor de 30% a 40% de las mujeres mayores de 16 años sufren dos a tres episodios por año, e incluso más.
De manera característica las infecciones vaginales recurrentes suelen ocasionar pocos síntomas y el más frecuente es el flujo vaginal, casi siempre espeso y de una coloración blanco-grisácea. Aunque este flujo tienden a desaparecer espontáneamente (sin tratamiento) al cabo de unos pocos días, es muy posible que vuelva a presentarse luego de unas cuantas semanas y, por tal razón, constituyen un problema bastante molesto para las mujeres afectadas.

La causa más frecuente de estas infecciones es la alteración de las condiciones del microecosistema de la vagina, por lo cual disminuye la cantidad de los  lactobacilos que normalmente permanecen en la vagina y la protegen contra las infecciones por hongos y bacterias, ya que mantienen un pH vaginal ácido (menor de 4).

Este desequilibrio puede deberse a:

  • Cambios en el pH vaginal, por ejemplo debido al uso inadecuado de jabones y otros productos para la higiene íntima.
  • Cambios hormonales relacionados con los ciclos menstruales o la menopausia.
  • Uso frecuente de antibióticos para el tratamiento de infecciones en otras partes del cuerpo, porque estos medicamentos eliminan los lactobacilos de la vagina. 

Es importante acudir al médico, tanto para un examen ginecológico completo, que incluya la realización de una citología vaginal, como para recibir el tratamiento más adecuado.

Para prevenir las infecciones vaginales recurrentes es conveniente no emplear jabones fuertes o productos de higiene íntima con un pH alto (básico), utilizar ropa interior de materiales naturales, como el algodón, y evitar prendas de vestir demasiado apretadas.

El restablecimiento de una flora vaginal normal mejora estos cuadros y previene la aparición de nuevos casos, para esto se utilizan pro bióticos vaginales, por ejemplo con Lactobacillus acidophilu.

Léase también:


Fuentes

  1. Mitchell H. Vaginal discharge – causes, diagnosis and treatment. BMJ 2004; 328: 1306-8.
    2. Nasraty S. Infections of the female genital tract. Prim Care Clin Office Pract 2008; 30: 193-203.
    3. Mayo Clinic. Vaginitis. www.mayoclinic.com/health/vaginitis/DS00255