Lo que hay que saber sobre el sangrado uterino disfuncional

El sangrado uterino disfuncional (SUD) es un sangrado anormal por la vagina. Las posibles causas de la hemorragia varían según la edad de la paciente. La historia clínica es indispensable para llegar a la raíz del problema pero algunas pruebas complementarias pueden ayudar. El manejo depende de la causa de la hemorragia; este, en general, consiste de terapia hormonal en forma de anticonceptivos orales (ver más: Sangrado uterino disfuncional).
Un grupo de investigadores de un hospital de referencia de ginecología pediátrica en Europa revisó el conocimiento existente sobre el sangrado uterino disfuncional. Los autores analizaron no solo los estudios publicados sobre la afección en menores de edad sino también los casos que se presentaron durante los últimos años en el hospital.

Los investigadores resumieron los hallazgos de su revisión en un artículo que fue publicado en una revista muy prestigiosa en su campo. El documento resume muy bien lo que cualquier joven debería saber sobre el sangrado uterino disfuncional.

Cuando una adolescente exhibe sangrado vaginal después de su primera menstruación, el diagnóstico que los médicos establecen con mayor frecuencia es sangrado uterino disfuncional. La producción insuficiente de progesterona y el desprendimiento alterado del endometrio —y más específicamente la inmadurez del eje hipotálamo-hipófisis-ovario— parecen ser el mecanismo por el cual se origina la hemorragia. Sin embargo, es necesario excluir otras causas que pueden llegar incluso a comprometer la vida de la paciente. Recordemos que el eje hipotálamo-hipófisis-ovario es el responsable de la secreción de progesterona la cual, a su vez, es la responsable de la caída del endometrio, la capa del útero que se desprende y provoca la menstruación.

Los investigadores también concluyeron que las jóvenes con sangrado uterino disfuncional requieren un estudio minucioso que incluya examen físico, pruebas de laboratorio e imágenes diagnósticas (recuento completo de células sanguíneas, medición de la β-HCG, niveles hormonales y ecografía). El tratamiento con anticonceptivos orales combinados (anticonceptivos que contienen tanto estrógenos como progesterona) se debe prescribir consecuentemente.

Aunque los trastornos menstruales son muy comunes en la adolescencia temprana, un episodio grave de sangrado uterino disfuncional debe ser atendido por un especialista. Asimismo, se debe hacer seguimiento a todas las jóvenes con la condición por la alta incidencia de recurrencias y posterior desarrollo de trastornos endocrinos como el síndrome de ovario poliquístico.