Probióticos y antiinflamatorios locales ayudan en el tratamiento de las infecciones vaginales
Las infecciones vaginales son ocasionadas por la proliferación o aumento en el número de microorganismos del tracto vaginal. Estos microorganismos bien podrían ser parte de la flora vaginal normal o de otras zonas aledañas, causando síntomas como ardor o prurito (rasquiña) en la zona genital.
¿Qué puede causar las infecciones vaginales y cuáles son sus síntomas?
Aunque normalmente el tracto vaginal cuenta con mecanismos de defensa como el PH ácido o el sistema inmune que se encargan de controlar la proliferación de microorganismos, estas infecciones pueden presentarse a cualquier edad. Diferentes causas como la alimentación, el contacto sexual, el estrés, el uso de jabones y otras condiciones, pueden alterar estos mecanismos y facilitar la infección.
Adicionalmente, el tracto vaginal contiene lactobacilos que son un tipo de bacterias que ayudan a mantener el balance de microorganismos y protegerlo de una colonización causada por otras bacterias. Cuando los lactobacilos son la mayoría del grupo de microorganismos, se mantiene la salud del tracto vaginal. Pero cuando se altera esa relación, por las causas que acabamos de mencionar, se produce la infección.
¿Cómo tratar las infecciones vaginales?
El tratamiento puede constar de medicamentos u otras medidas adicionales, que han mostrado gran efectividad. En un estudio publicado en la revista Microbial Ecology en el año 2013, se analizó la flora del tracto vaginal de 115 mujeres que cursaban con vaginosis bacteriana. Se debe recordar que la vaginosis bacteriana es la infección más frecuente del tracto vaginal, que causa inflamación aguda y crónica de dicha zona.
Los investigadores encontraron que existen tratamientos que contribuyen al manejo y reducción de la inflamación causada por esta infección. El doctor Ling, investigador principal, encontró que adicional al manejo antibiótico, el uso de probióticos intravaginales contribuye a reducir el proceso inflamatorio a corto y largo plazo, así como a restablecer la flora normal de lactobacilos y evitar el desequilibrio de estos microorganismos.
Los hallazgos de la doctora son soportados y complementados por otros estudios que promueven el uso de otros coadyuvantes en el manejo de estas infecciones, como lo es el Benzirin® Rosa, un potente antiinflamatorio que puede aplicarse tanto como crema vaginal como en sobres para baños de asiento. Estos tratamientos no solo ayudan a reducir la inflamación, sino que producen alivio de los síntomas como el dolor y el ardor.
Se recomienda siempre consultar al médico antes de iniciar cualquier tratamiento, pues es importante primero hacer un diagnóstico adecuado con el objetivo de establecer el mejor tratamiento.
Véase también:
Fuentes
Ling, Zongxin, et al. "The restoration of the vaginal microbiota after treatment for bacterial vaginosis with metronidazole or probiotics." Microbial ecology 65.3 (2013): 773-780.
Funabiki, M., et al. "Vaginal preparation with povidone iodine disinfection and saline douching as a safe and effective method in prevention of oocyte pickup-associated pelvic inflammation without spoiling the reproductive outcome: evidence from a large cohort study." Clinical and experimental obstetrics & gynecology 41.6 (2013): 689-690.
Verdenelli, M. C., et al. "Evaluation of antipathogenic activity and adherence properties of human Lactobacillus strains for vaginal formulations." Journal of applied microbiology 116.5 (2014): 1297-1307.
Redacción Salud. Editores Académicos SAS. Marzo 2015.