¿Se marea o desmaya cuando se pone de pie? Su cuerpo podría estar diciéndole que necesita ejercicio
Cada vez más se receta ejercicio como complemento terapéutico de múltiples enfermedades y condiciones. Según la Organización Mundial de la Salud, la actividad física regular de moderada intensidad, como caminar, montar en bicicleta y participar en algún deporte, tiene beneficios significativos para la salud. Se conoce que reduce el riesgo de enfermedades del corazón, de diabetes, depresión y cánceres como el de colon y seno.
Para que el ejercicio tenga un efecto positivo en la salud, la frecuencia de los latidos del corazón por minuto debe aumentar hasta cierto nivel, dependiendo de la edad. Ese aumento se conoce en medicina como taquicardia.
Si bien el ejercicio puede causar taquicardia, existen otras condiciones que también aceleran el ritmo del corazón. Por ejemplo, el consumo excesivo de café o bebidas alcohólicas, la fiebre y el cigarrillo son algunas causas comunes. Otras enfermedades como el hipertiroidismo, la hipertensión arterial y la pérdida significativa de sangre, también pueden causar taquicardia. Incluso, en algunas personas, cuando cambian de posición, se puede aumentar la frecuencia del corazón hasta desarrollar taquicardia, lo cual no es usual. Esto se conoce como síndrome de taquicardia ortostática postural (para conocer más acerca de la taquicardia, haga clic aquí).
Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, el síndrome de taquicardia ortostática postural o POTS (por sus siglas en inglés), es un trastorno en el cual el principal síntoma es que la persona siente mareo o se desmaya con frecuencia, después de pasar de estar acostado a una posición de pie. Este trastorno aumenta en 30 latidos por minuto la frecuencia cardíaca o incluso puede hacer que supere los 120 latidos por minutos durante los 10 minutos después de ponerse de pie. Las personas con este trastorno tienen una grave dificultad para mantenerse de pie por tiempos prolongados debido a los mareos, las palpitaciones y los posibles desmayos. Por esto, no es sorprendente que en este síndrome también las personas no toleren el ejercicio.
Pero algunos investigadores, que creían que este trastorno es precisamente por falta de ejercicio, estudiaron si el entrenamiento físico era un adecuado manejo no farmacológico para el síndrome de taquicardia ortostática postural. Para ello y durante un periodo de tres meses, se instauró un programa de ejercicio personalizado para personas con POTS, y lo que encontraron resultó sorprendente y alentador: al finalizar este periodo de tres meses, el 53% de las personas incluidas en el estudio habían dejado de tener POTS.
Este es un hallazgo muy importante para las personas que se marean con facilidad o se desmayan cuando se ponen de pie, porque el ejercicio dirigido puede ayudar a que se cure en más de la mitad de los casos. Los investigadores explican además, que las personas deben continuar el entrenamiento físico para preservar la mejoría observada y que se requiere un entrenamiento a largo plazo para poder hablar de un manejo efectivo y duradero.
Las personas con este síndrome deben entender el porqué de esta terapia y saber que además de los efectos específicos para esta condición, el hábito de hacer ejercicio de 4 a 5 veces por semana de por vida, tiene importantes beneficios para la estructura y función del corazón. Se debe consultar con un médico antes de iniciar una rutina de ejercicio, en especial si la persona sufre de alguna enfermedad.
Fuentes
- Fu, Q., & Levine, B. D. (2015). Exercise in the postural orthostatic tachycardia syndrome. Autonomic Neuroscience, 188, 86-89.
Por:Redacción Salud, Editores Académicos SAS, Octubre 3 de 2016.