Tips para evitar el infarto
Un reciente estudio realizado en España demostró claramente y con sólidas bases científicas que el uso de aceite de oliva o de aceite de girasol para freír los alimentos no aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad de las arterias coronarias o la probabilidad de morir por esta causa y, por el contrario, es una medida efectiva para prevenir las enfermedades del corazón, ya que reduce el riesgo de infarto cardiaco agudo.
El infarto del corazón ocurre por la obstrucción, parcial o total, de las arterias que llevan la sangre al músculo cardiaco, denominadas arterias coronarias. Las principales causas del infarto cardiaco son la aterosclerosis, es decir el engrosamiento de las arterias debido a la acumulación de colesterol en sus paredes de colesterol, la formación de trombos que taponan una o varias arterias coronarias y el espasmo (contracción brusca) de una arteria coronaria.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año en todo el mundo más de 20 millones de hombres y mujeres mueren a causa de un infarto cardiaco. Sin embargo, alrededor de 80% de los infartos pueden prevenirse y para ello lo más importante es llevar una vida saludable, lo que significa:
- Mantener un peso corporal adecuado para la talla y la edad. La obesidad y el sobrepeso, junto con la diabetes y la hipertensión arterial, son las enfermedades que más estrechamente se relacionan con los infartos.
- Practicar ejercicio con regularidad, es decir, al menos tres a cuatro veces por semana y durante 20 a 40 minutos. Aunque todo ejercicio regular es bueno para el corazón, son preferibles aquellos de tipo aeróbico, como caminar, trotar o nadar. Además de fortalecer al corazón, el ejercicio tiene una ventaja adicional y es que al quemar calorías ayuda a mantener el peso corporal y evita la obesidad.
- Consumir una dieta saludable y balanceada. Esto significa comer una buena cantidad de frutas, y verduras todos los días; evitar las carnes rojas y preferir el pescado; consumir carbohidratos con moderación y reducir la cantidad de ciertas grasas en la dieta, en particular las grasas de origen animal (como la manteca) y aquellas denominadas grasas-trans, así como reducir las comidas fritos y utilizar preferentemente los aceites de origen vegetal (de oliva, de canola, de girasol) para cocinar (freír) los alimentos.
- Evitar por completo el consumo de cigarrillos. El humo del cigarrillo y ciertos componentes del tabaco (como la nicotina) tienen efectos muy negativos sobre el corazón.
- Aprender a controlar el estrés. Uno de los mayores problemas de la vida moderna es el alto grado de estrés que sufren las personas y la cuestión es que el estrés hace que el cuerpo libere ciertas sustancias que aumentan la actividad del corazón e incluso, que pueden provocar el espasmo de las arterias coronarias.
- Verificar la presencia de factores de riesgo cardiovascular como la diabetes, el aumento del colesterol en la sangre (hipercolesterolemia) y la hipertensión arterial. Por eso es conveniente acudir al médico cada año para un examen físico completo, tomarse con frecuencia la presión arterial y practicarse, al menos cada año, ciertos exámenes de laboratorio que miden la cantidad de azúcar, colesterol y otras grasas en la sangre.
Léase también:
- Información relevante sobre el infarto
- Colesterol
- Opresión Torácica
- Las cifras de la hipercolesterolemia a nivel mundial
- Accidente cerebrovascular (ACV)
- Enfermedad coronaria
Fuentes
1.Guallar-Castillón P, Rodríguez-Artalejo F, Lopez-Garcia E, et al. Consumption of fried foods and risk of coronary heart disease: Spanish cohort of the European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition study. BMJ. 2012 Jan 23; 344:e363. doi: 10.1136/bmj.e363.
2. Kumar A, Cannon CP. Acute coronary syndromes: Diagnosis and management, part II. Mayo Clin Proc 2009; 84: 1021-36.
3. Fox KA. Management of acute coronary syndromes: an update. Heart 2004; 90: 698-706.
4. Hainer V, Toplak H, Mitrakou A. Treatment modalities of obesity. Diabetes Care 2008; 31 (Suppl 2): S269-77.