Los ácidos gástricos, son altamente corrosivos, si estos entran en contacto directo con las paredes del estómago, lo lesionarían gravemente, como sucede en el caso de la úlcera. Sin embargo, dentro del mismo estómago se produce una capa de moco con pH básico (contrario al aácido), que neutraliza la acción del ácido protegiendo los tejidos.
Cuando este equilibrio se pierde y prevalece el compuesto ácido, se produce la gastritis, que; esto puede deberse a:
- Consumo crónico de analgésicos como el Ácido acetilsalicílico, el Ibuprofeno y el Naproxeno.
- Consumo elevado de alcohol.
- Infección por Helicobacter pylori: el Helicobacter pylori es una bacteria que se aloja en las paredes del estómago y puede sobrevivir allí por que produce una nube de amonio, un compuesto con pH básico que lo protege de la acción de los ácidos gástricos. Las células de la pared gástrica dejan, entonces, de producir el moco y una vez la bacteria se retira de allí, el ácido lesiona los tejidos, produciendo la gastritis. El H. pylori se transmite de persona a persona y se sabe que entre el 20% y el 50% de los individuos pueden tenerlo en su tracto digestivo.
- Trastornos del sistema inmunológico: Producción de anticuerpos que atacan algunas células del estómago, alterándolas y ocasionando inflamación.
- Estrés: produce un sobre estímulo del sistema nervioso autónomo, responsable de las señales cerebrales que indican cuando se debe realizar la secreción de ácido en el estóomago.
- Ingestión de sustancias tóxicas o corrosivas (por ejemplo, soda cáustica o venenos).