La hipertensión arterial es una enfermedad que no tiene cura; el objetivo del tratamiento es mantener los valores de tensión en rangos aceptables y evitar complicaciones que pueden presentarse, como consecuencia de la hipertensión.
Realizar cambios en el estilo de vida, aumentar el ejercicio, mejorar la dieta y manejar el estrés pueden ser suficientes para controlar pacientes diagnosticados, que no presentan valores de tensión arterial muy altos.
Dentro de los medicamentos que el médico usualmente recomienda para el manejo de la hipertensión, y que deben tomarse de acuerdo a las indicaciones del especialista, se encuentran:
- Diuréticos tiazídicos: Actúan sobre los riñones ayudando a eliminar agua y sales, con ello se reduce el volumen de la sangre, algunas de estas sustancias son Hidroclorotiazida, Clortalidona, Indapamida.
- Beta bloqueadores: Ayudan a expandir los vasos sanguíneos de modo que el corazón pueda latir más despacio y menos forzado. Algunos ejemplos son Atenolol, Metoprolol, Propanolol.
- Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina como el Captopril, el Enalapril, el Lisinopril y el Ramipril y los antagonistas del receptor de Angiotensina II como el Valsartán, Losartán e Irbesartán.
- Calcioantagonistas: Ayudan a relajar los vasos sanguíneos y algunos reducen el ritmo cardiaco, los más comunes son Nifedipina, Amlodipino, Verapamilo y Diltiazem.
- Inhibidores de renina: Retardan, en el riñón, la cadena de cambios químicos que llevan a que la presión sanguínea se eleve. Aliskiren es el más común.
- Consulte con su médico.