Laberintitis

No se ha demostrado la causa exacta de la laberintitis aguda, también conocida como neuritis o neuronitis vestibular, sin embargo, diferentes grupos de investigadores han propuesto que está relacionada con una infección viral o con el estado inflamatorio posterior por varicela zoster, paperas, sarampión, rubeola o VIH, entre otros.

Aproximadamente la mitad de los casos tienen como antecedente una infección respiratoria aguda de origen viral y en otros casos una infección bacteriana del oído medio.

En algunos pacientes, la aparición de laberintitis se presenta en conjunto con enfermedades autoinmunes o como efecto secundario de ciertos medicamentos, incluyendo algunos  antibióticos y diuréticos.

Los síntomas de la enfermedad pueden variar en intensidad, el cuadro más frecuente incluye aparición repentina de vértigo (sensación de inestabilidad y/o rotación), disminución o pérdida de la audición por el oído comprometido, náuseas y vómito, nistagmus (movimientos anormales de los ojos en sentido horizontal, vertical o rotacional) y tinnitus (aparición de zumbidos u otros ruidos sin estímulo aparente).

En presencia de síntomas graves como fiebre elevada, convulsiones, desmayos, visión doble, sensación de adormecimiento o parálisis de las extremidades, habla confusa, dolor de cabeza severo u otras alteraciones neurológicas mayores, está indicada la hospitalización inmediata del paciente.

En la mayor parte de los casos, el tratamiento se lleva a cabo en el domicilio del paciente e incluye las siguientes recomendaciones:

• Evitar movimientos fuertes o repentinos de la cabeza.
• Permanecer en reposo durante el tiempo que el médico considere conveniente.
• Evitar las luces brillantes, la televisión y la lectura.
• Utilizar los medicamentos prescritos por el médico en las dosis y horarios establecidos.
• Incrementar la ingesta de líquidos.

En los casos graves o en los que existe intolerancia a los medicamentos o a la ingesta de alimentos, puede ser necesaria la hospitalización del paciente para lograr la estabilización del cuadro.

Los medicamentos disponibles para el tratamiento de la laberintitis aguda deben ser utilizados durante un lapso máximo de 48 a 72 horas, para evitar la supresión de los reflejos compensatorios, entre éstos se encuentran:

• Antihistamínicos: útiles para el control del vértigo y los síntomas asociados.
• Benzodiazepinas: eficaces para disminuir la ansiedad y generar un efecto sedante.
• Antieméticos: para el control de las náuseas y el vómito.

La rehabilitación vestibular es útil para reducir las complicaciones a largo plazo.

En términos generales, el pronóstico es bueno, la mayoría de los pacientes mejora en el curso de dos a tres meses, observándose la desaparición de los síntomas graves al cabo de la primera semana.

No obstante lo anterior, en algunos casos, especialmente en adultos mayores, puede persistir cierto grado de inestabilidad y mayor sensibilidad al movimiento durante varios años.

Referencias

1. Labyrinthitis. American Academy of Family Physicians. 2008. Patient Education. Documento electrónico disponible en :
   http://www.mdconsult.com/das/patient/body/394754502-12/1396658240/10062/69632.html?tab=eng
2. Slawson J. Labyrinthitis (Vestibular Neuritis). Essential Evidence Plus. 2012. Documento electrónico disponible en:
   https://www.essentialevidenceplus.com/content/eee/102
3. Issaacson B. Labyrinthitis. Best Practice. 2012. Documento electrónico disponible en:
   http://bestpractice.bmj.com/best-practice/monograph/72/resources/credits.html