Cifras alarmantes sobre perdidas debido a la resaca
La resaca no es un simple dolor de cabeza, es la cara visible del exceso de alcohol y un problema económico que genera grandes pérdidas a las empresas debido a las incapacidades laborales y a los accidentes e ineficiencia de los empleados con ese tipo de malestar.
En países como España las cifras hablan por sí solas: más de la mitad de las empresas ha tenido que afrontar los problemas derivados de la ebriedad de sus empleados, incluyendo hasta el 5 por ciento del absentismo laboral que es originado por esta causa, según resultados de la investigación realizada por la firma consultora experta en gestión de estrés Behavioural Healthcare.
En el país ibérico la oficina de Sanidad reveló un preocupante informe que confirma la tendencia creciente de los jóvenes a las borracheras intensivas que podría conducirlos a registrar problemas irreversibles de adicción con todas las consecuencias económicas y sociales que eso representa. En contraste, observó un descenso de ingesta de licor en la población en general.
Otro ejemplo de los resultados del consumo excesivo de licor se presenta en Inglaterra donde se pierden cerca de 17 millones de jornadas laborales al año, se generan gastos por más de 2.700 millones de libras anuales al sistema de salud y cada día más de medio millón de trabajadores empieza su jornada laboral con resaca, lo cual en conjunto representa unos 20.000 millones de libras menos en las arcas estatales, de acuerdo a los resultados de un estudio realizado por la compañía Drinkware.
La intensidad de la resaca depende del nivel de alcoholemia y así mismo será el cuadro que se desencadene, que en los casos más severos produce crisis de angustia, depresión, complejo de culpa y el consabido malestar que puede llevar a una total incapacidad para realizar cualquier actividad.
El neurólogo José Félix Martí Masso, del Servicio de Neurología del Hospital Donostia (España) afirma: “Es verdad que la resaca intensa es más un mecanismo protector del alcoholismo que inductor de un daño cerebral en sí mismo”, pero advierte que el consumo de alcohol en grandes cantidades sí es tóxico y, de hecho, existen gran número de enfermedades cerebrales que se producen por esta causa.
Las responsables de la resaca son unas sustancias residuales llamadas congéneres como el metanol, la histamina, el acetaldehído y diversos polifenoles, que al descomponerse producen diversos elementos tóxicos o venenosos y se encuentran en proporción mayor en las bebidas alcohólicas o espirituosas menos destiladas y de color más oscuro.
Teniendo en cuenta las características anteriores los tragos que producen más resaca son el coñac, los vinos tintos, el ron, el whisky, el vino blanco, la ginebra y el vodka. Existe la creencia popular de que mezclar licores produce mayor resaca, pero eso no está comprobado.
Las mujeres resultan más afectadas por la resaca que los hombres debido a que el hígado de ellos procesa y descompone con más eficacia y rapidez el alcohol y los congéneres, pero también existen otros factores que hacen a la persona más propensas a este malestar como son la vejez, la migraña y, posiblemente, la hipertensión.
Aunque todavía no existe la “fórmula mágica” que cure la resaca sí se han logrado algunos resultados interesantes con experimentos llevados a cabo con nanopartículas formadas por átomos de plata que podrían evitar los daños celulares provocados por el etanol, desarrollados por científicos de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Laboratorio de Magnetismo y Nanotecnología de la Universidad de Santiago de Compostela; noticia que fue portada de la revista Journal of the American Chemical Society (JACS).
Para disminuir los molestos síntomas de la resaca como el dolor de cabeza y las nauseas es recomendable hidratarse muy bien y descansar, para controlar la acidez estomacal se pueden tomar sales que contengan bicarbonato de sodio disolviendo el polvo de bicarbonato de sodio en al menos 4 onzas (120 mililitros) de agua o la sal de frutas que ayudará a disminuir la acidez.
Una buena recomendación cuando se va a beber es no hacerlo con el estómago vacío ya que así el cuerpo asimila cuatro veces más rápido el alcohol, por lo que es mejor ingerir antes alimentos ricos en hidratos de carbono, proteínas y grasas que permiten asimilar un mayor volumen de licor.
Véase también:
- ¿La cerveza me hace engordar? ¿Mito o realidad?
- Abandonar una adicción
- ¿Cómo dejar de fumar?
- Estrés laboral
- Depresión por pérdida del trabajo
Fuentes consultadas:
- Centro de Noticias OPS/OMS Bolivia
- Behavioural Healthcare
- http://www.bhconsulting.es/
- http://www.ops.org.bo/servicios/?DB=B&S11=24880&SE=SN
- http://www.quo.es/ciencia/salud/como_evitar_la_resaca