¿Cómo influye la alimentación saludable en el organismo?

La mayor parte de las personas asocian el concepto de alimentación saludable con la disminución o el mantenimiento del peso corporal, convirtiéndose así en un objetivo estético: perder algunos kilos, reducir la talla de la ropa, hacer desaparecer ciertos gorditos y mantener una figura atractiva.

Sin embargo, alimentar el cuerpo de forma saludable va más allá de contar las calorías, restringir el consumo de algunos productos, incluir más frutas y vegetales o comer más fibra, dado que existe una relación directa entre las necesidades de cada persona, el contenido ideal de la dieta y el cumplimiento de la función nutricional.

De acuerdo con los expertos, una alimentación saludable debe aportar todos los nutrientes y la energía que cada persona necesita para mantener su organismo sano, incluyendo hidratos de carbono, grasas saludables, aminoácidos y proteínas, vitaminas, minerales como y líquidos, en cantidad suficiente.

Desde esa perspectiva, la alimentación es uno de los procesos más importantes para el mantenimiento de la salud y la capacidad funcional del individuo, reportándose los beneficios del consumo equilibrado de los diferentes tipos de alimentos en todos y cada uno de los procesos del organismo humano, incluyendo:

• El aporte de los nutrientes, vitaminas y minerales requeridos por los diferentes órganos y sistemas.
• La producción de la energía requerida para suplir las necesidades del organismo.
• El funcionamiento adecuado de los componentes del sistema de defensa.
• El mantenimiento óptimo de la piel y sus anexos, incluidos el pelo y las uñas.
• El soporte de funciones clave del sistema ocular como la visión nocturna.
• La conservación de la estructura y calidad de los huesos, tendones y músculos.
• La articulación de procesos mentales como la atención, la memoria, el lenguaje y la planeación.
• El equilibrio de la cantidad de líquidos y las condiciones de funcionamiento del riñón.
• El flujo normal de los procesos que sustentan las funciones del aparato digestivo.
• La regulación y el control de las sustancias generadoras de inflamación en el organismo.

En el sentido contrario, una alimentación no saludable es uno de los principales factores de riesgo para la mayor parte de las enfermedades crónicas, incluyendo sobrepeso y obesidad, hipertensión arterial, infarto cardíaco, trombosis cerebral, diabetes mellitus y osteoporosis, entre otras.