Cómo mantener la salud física y mental durante el aislamiento
El aislamiento impuesto por la necesidad de establecer distancia física con otras personas para evitar la transmisión del SARS - CoV 2 (coronavirus), agente responsable de la pandemia que vivimos desde hace unos meses, tiene un impacto significativo en la salud de las personas.
Para gran parte de nosotros, quedarse en casa fomenta el ejercicio de hábitos de vida no saludables, entre los que se incluyen mayor frecuencia en la ingesta de alimentos, incremento en el consumo de comidas chatarra y disminución de la actividad física, principales factores de riesgo de sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, la evolución de la pandemia en la comunidad, la obligatoriedad del aislamiento, la posibilidad de contagio de personas cercanas, la falta de costumbre de trabajar en casa y el escenario de incertidumbre económica que vivimos, afectan nuestro estado de ánimo y se convierten en factores de riesgo de ansiedad, depresión y otras condiciones mentales.
En ese contexto, queremos plantear algunos consejos para mantener la salud física y mental durante este período:
- Procure mantener una dieta saludable en horarios y contenidos, evitando los alimentos de alto contenido calórico e incrementando el consumo de frutas y verduras.
- Mantenga una ingesta adecuada de líquidos para garantizar el estado de hidratación y el correcto funcionamiento de todos los sistemas del organismo.
- Practique algún tipo de actividad física: caminar en el interior de la vivienda o en los pasillos, cambiar de posición con frecuencia (acostado, sentado, parado) y realizar ejercicios de estiramiento muscular.
- Reduzca el tiempo de exposición a noticias en medios de comunicación, redes sociales y verifique que provengan de fuentes confiables.
- Aprenda a reconocer sus emociones (miedo, ansiedad, tristeza, aprensión), procure entender que son normales y trate de “gestionarlas” mediante la reflexión y/o el diálogo con otras personas.
- Practique actividades de relajación y flexibilización mental como meditación, mindfulness, relajación y/o práctica de algún pasatiempo.
Finalmente, trate de mantener una actitud mental positiva y procure ocuparse en vez de preocuparse, después de todo, las dos acciones requieren el mismo esfuerzo.