Histeria

Popularmente la histeria es conocida como un estado de fuerte agitación emocional que se atribuye principalmente a las mujeres, esto en razón de que en la antigüedad se pensaba que el útero deambulaba por el cuerpo y generaba fuertes cambios emocionales, de allí también, que su nombre provenga del mismo vocablo griego que la palabra griega útero.

Es necesario distinguir, entonces, entre una crisis histérica y la histeria como un trastorno permanente de la personalidad.

Causas

Existen dos tipos de personalidad histérica, una histriónica o teatral y la otra dependiente o pasiva. Cuando una persona es histérica o está sufriendo una crisis histérica, su comportamiento se caracteriza por:

• Necesidad de destacar frente a los demás: Por ejemplo quien pelea por tener el primer puesto en la mesa o en el trabajo.
• Actitud hiperexpresiva y dramática: Una muestra de esto es el llanto altisonante, con gritos y lamentos.
• Falta de control e inestabilidad emocional: Personas que rompen relaciones y luego se reconcilian fácilmente.
• Vulnerabilidad frente a la opinión de otros: Alguien que al ser criticado siente un profundo dolor y confusión.
• Dependencia emocional: Por ejemplo, adultos que no pueden dejar de vivir con sus padres.
• Erotización de las relaciones sociales: Personas que buscan destacar por su atractivo y sensualidad.
• Temor a la sexualidad y las relaciones íntimas.

En una crisis histérica puede llegarse a situaciones como perder el deseo de vivir, perder en forma imaginaria facultades físicas o que problemas afectivos terminen convirtiéndose en enfermedades reales (somatización).

Tratamiento

En ambos casos, crisis histérica o una personalidad histérica permanente, es necesario que la persona reciba acompañamiento psicológico.

Cuando se llega al nivel de la somatización puede ser necesario que la persona reciba medicación antidepresiva además del tratamiento específico para la enfermedad generada.

También la persona que vive episodios de histeria debe hacer algunos cambios en su estilo de vida como evitar el consumo de tabaco, cafeína o alcohol, aumentar el consumo de frutas y leche, que ha demostrado ser beneficiosa para el sistema nervioso, hacer ejercicio regular y aprender algunas rutinas de relajación.

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