Los factores que se pueden controlar para prevenir la demencia
Cada vez son más las personas que viven con trastornos mentales. Uno de estos, la demencia, afecta a aproximadamente 47 millones de personas en el mundo y se estima que para el 2050, la cifra llegue a los 131 millones, según la Organización Mundial de la Salud. Consecuentemente, gran parte de la investigación en este y otros trastornos mentales se enfoca en estrategias efectivas de prevención.
La demencia se produce cuando las regiones del cerebro que se encargan de la memoria, la toma de decisiones, el aprendizaje y el lenguaje pierden su funcionamiento normal. Esta disfunción llega a interferir con el desempeño normal de la persona. En la actualidad, se han identificado diferentes estrategias que han sido efectivas para retrasar la aparición de las demencias o reducir la severidad de los síntomas (para conocer más acerca de la demencia, haga clic aquí .
Aunque pareciera que la demencia fuera parte inevitable del envejecimiento, en un estudio se asegura que este no es el caso. En la investigación liderada por Gill Livingston de la Universidad College Londres, se consolidó el conocimiento actual y lo que se está conociendo de la prevención y el manejo de la demencia. En esta investigación, publicada en el 2017, en la prominente revista The Lancet, se citan nueve factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la enfermedad que se consideran potencialmente controlables y que, al eliminarse, podrían prevenir la demencia. Estos suman al 35% y son: la pérdida de audición en la mediana edad, no completar la educación secundaria, fumar, no buscar un tratamiento temprano para la depresión, la inactividad física, el aislamiento social, la hipertensión, la obesidad y la diabetes tipo 2. El restante 65% se considera que la persona no lo puede controlar. Los siguientes son los hábitos que se citan en el estudio que se pueden adoptar para reducir el riesgo: seguir aprendiendo toda la vida, mantener una vida social activa, pedir ayuda médica temprana para la pérdida de audición y para la depresión. Finalmente, se recomienda llevar un estilo de vida saludable que incluye, no fumar, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y tratar la hipertensión y la diabetes.
En una entrevista, Livingston explica que la demencia se suele diagnosticar hacia el final de la tercera edad, pero los cambios cerebrales normalmente se empiezan a desarrollar años antes. Por tal motivo, es esencial para todos conocer los factores de riesgo que podemos controlar, para así empezar a prevenir esta prevalente enfermedad lo antes posible.
Fuentes
- Livingston, G., Sommerlad, A., Orgeta, V., Costafreda, S. G., Huntley, J., Ames, D., ... & Cooper, C. (2017). Dementia prevention, intervention, and care. The Lancet.