Manejo de la fiebre infantil
La fiebre en los niños es uno de los mayores motivos de preocupación de los padres, pero en la mayoría de ocasiones es un problema transitorio y sin mayores repercusiones.
La fiebre hace parte de los mecanismos de protección del organismo pues es desencadenada, la mayoría de las veces, por la proliferación de gérmenes, como ocurre en caso de infecciones por virus, bacterias o parásitos.
Cuando obedece a una infección viral, como el resfriado común, la fiebre casi siempre es leve a moderada, es decir, no sobrepasa los 38,5 ºC y suele desaparecer al cabo de uno o dos días, una vez que las defensas (sistema inmune) han eliminado los virus. Por el contrario, la fiebre ocasionada por infecciones bacterianas o por parásitos tiende a ser más elevada (mayor de 38,5ºC) y persistente, de modo que sólo desaparece después del tratamiento adecuado de la infección (con antibióticos o antiparasitarios).
Antes del año de edad algunos niños son particularmente sensibles al aumento de la temperatura corporal, por lo que en ellos la fiebre muy alta (que supera los 39,5ºC) puede desencadenar la aparición de convulsiones, denominadas convulsiones febriles. Aunque éstas no son graves ni dejan secuelas, suelen generar angustia en los padres y por eso es importante evitarlas mediante algunas medidas sencillas encaminadas a reducir la temperatura corporal.
Para bajar la fiebre se recomienda darle al niño abundantes líquidos y ciertos alimentos fríos (paletas, gelatina); bañarlos con agua tibia, una o varias veces; también es conveniente mantenerlos frescos y cómodos, es decir vestirlos con ropas delgadas y no abrigarlos demasiado; y si es necesario, administrarles medicamentos antipiréticos, como paracetamol (acetaminofén) de acuerdo con las indicaciones del médico. Abrigar a los niños que tienen fiebre con ropas gruesas (de lana) y cobijas o darles masajes con alcohol (fricciones) son medidas contraproducentes, pues en lugar de bajar la fiebre lo que hacen es aumentarla.
Siempre que un niño tiene fiebre es importante vigilar periódicamente su temperatura (cada 3 a 4 horas), evitar que la fiebre suba demasiado y estar atentos a la aparición de otros síntomas como vómito, diarrea, erupciones (brotes) en la piel o somnolencia, ya que cuando se presentan es preciso acudir al médico de inmediato; así mismo, hay que consultar al médico si a pesar de las medidas mencionadas para bajar la fiebre, ésta continúa igual o aumenta en lugar de disminuir.
Véase también:
- Fiebre alta en niños
- Enfermedades contagiosas en niños
- Controles médicos durante la primera infancia
- Enfermedades en el jardín infantil
- Epilepsia, un trastorno que puede ser controlado
- Convulsiones, se debe estar alerta
Fuentes
- Baker JD, Avner JR. The febrile infant: what’s new? Clin Ped Emerg Med 2008; 9: 213-20.
2. ACEP: Clinical policy for chldren younger than three years presenting to the emergency department with fever. Ann Emerg Med 2003; 42: 530-45.
3. Banner JR, Baker MD. Management of fever in infants and children. Emerg Med Clin N Am 2002; 20: 49-67.
4. Fever: symptoms, causes and treatment - MedicineNet. http://www.medicinenet.com/aches_pain_fever/article.htm
5. Fever - emedicinehealth. http://www.emedicinehealth.com/fever_in_adults/article_em.htm
Fever - Mayo Clinic. http://www.mayoclinic.com/health/fever/DS00077