Omega-3: posible cura para la alodinia y la depresión en pacientes diabéticos

La alodinia es un dolor producido (o incremento del mismo) por un estímulo que normalmente no es doloroso. Las causas asociadas a este síntoma son la diabetes, la migraña, la fibromialgia, las quemaduras y las afecciones de los nervios y la médula espinal (ver más: Alodinia).
El diagnóstico de alodinia lo establece el médico con la historia clínica y el examen físico y el tratamiento está dirigido a combatir la causa que la produce. Sin embargo, el manejo del dolor puede requerir medicamentos para controlar el dolor (analgésicos) en forma de parches, cremas o comprimidos orales. La terapia física y las técnicas de relajación también pueden ser útiles.

Tanto la alodinia como la depresión son complicaciones y condiciones concomitantes muy frecuentes en los pacientes diabéticos. Recordemos que la diabetes es una enfermedad crónica que, según la Federación Internacional de Diabetes, afecta cerca de 387 millones de personas en el mundo, cifra que se estima llegará a 590 millones en 2035. En la diabetes, los pacientes pierden la capacidad de producir suficiente insulina y, como consecuencia, el azúcar en la sangre (glucemia) se eleva tanto que en el largo plazo puede lesionar diversos órganos. Además, las terapias disponibles para la alodinia y la depresión de las personas con diabetes son solo sintomáticas y suelen empeorar aún más el control del azúcar en la sangre (glucemia).

Por todo lo anterior, investigadores en Latinoamérica estudiaron el efecto del aceite de pescado, una fuente importante de ácidos grasos omega-3, en roedores diabéticos con alodinia y depresión. Estos ácidos grasos se han postulado como tratamiento adyuvante del dolor y la depresión, entre muchas otras condiciones.

Los investigadores observaron que los animales diabéticos desarrollaron alodinia significativa dos semanas después de haberles sido inducida la diabetes, con un pico a la cuarta semana. Este pico se previno con la administración de aceite de pescado, el cual también mejoró la movilidad de los roedores y su capacidad de realizar actividades como nadar y escalar. El aceite de pescado también aumentó los niveles de factores del cerebro cuya disminución está estrechamente relacionada con manifestaciones como la depresión.

Los investigadores concluyeron que el manejo con aceite de pescado puede ser una alternativa terapéutica para las complicaciones y condiciones concomitantes de la diabetes como la alodinia y la depresión, unas de las más debilitantes; esto parece estar asociado a la capacidad del omega-3 de restaurar los niveles de los factores cerebrales arriba mencionados, importantes en la generación de los síntomas en cuestión.