Parasitosis
Una cuarta parte de la población mundial está afectada. La parasitosis, al igual que la mala nutrición y las enfermedades respiratorias y digestivas, son las patologías (enfermedades) que más afectan a los niños en todo el mundo y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un problema difícil de eliminar pero con altas posibilidades de control, siempre y cuando se mejoren los hábitos y condiciones sanitarias de la población.
Esta enfermedad infecto-contagiosa es originada por parásitos que se alojan dentro del organismo, los cuales pueden ser muy peligrosos para nuestra salud ya que se hospedan en los intestinos, en el hígado, en los pulmones e incluso en el cerebro. La mayoría de estos invaden nuestro cuerpo por medio de los alimentos que comemos, del agua que bebemos o penetran a través de la piel, especialmente por las manos o los pies.
Existen varios tipos de parásitos que afectan al hombre entre los cuales los más comunes son algunos gusanos como el Ascaris lumbricoides, el Schistosoma o la Giardia sp, que según estadísticas de la OMS tienen infestadas a cerca de 1.750 millones de personas en el mundo.
El Ascaris lumbricoides es el parásito más grande y común encontrado en el ser humano - puede medir hasta 18 pulgadas de largo- y se establece en el intestino delgado produciendo la infección denominada ascariasis. Investigaciones recientes confirman que alrededor del 25% de la población del mundo está infectada con este parásito.
Aunque la infección se presenta en todas las edades, los niños parecen afectarse más severamente que los adultos. Las cifras indican que esta enfermedad se desarrolla con mayor facilidad en las zonas donde existe pobreza, ya que se presenta una relación directa entre el ingreso económico y el nivel de higiene personal, lo cual es un factor determinante para la transmisión del parásito.
Para frenar esta tendencia, la OMS recomienda a las autoridades locales y a la población en general tener muy en cuenta las siguientes medidas preventivas:
- Lavarse siempre las manos antes de consumir alimentos y después de usar el sanitario.
- No consumir carne y verduras crudas o frutas sin lavar.
- Promover la lactancia materna.
- Consumir agua hervida, especialmente cuando la ingieren lactantes y niños.
- No caminar descalzo ni exponer los pies en suelos de tierra o arena húmedos.
- Siempre usar el baño o fosa séptica para hacer las necesidades.
Señales de alarma
Generalmente las personas infectadas por parásitos no presentan síntomas, en especial cuando viven en climas templados. Pero en algunos casos la voz de alarma pueden ser diarrea y estreñimiento intermitentes, una mayor cantidad de gas (flatulencia) y retorcijones abdominales, especialmente cuando hay dolor o cuando las heces contienen moco y sangre.
Por tratarse de una enfermedad en la que un organismo extraño se aloja y extrae los nutrientes de nuestro cuerpo, son frecuentes la anemia y perdida de peso.
En algunos casos los trofozoitos - que son una forma vegetativa que se alimenta y se reproduce- se diseminan a través del flujo sanguíneo, causando infección en los pulmones, el cerebro y otros órganos. En estos procesos la piel también puede resultar infectada, especialmente alrededor de las nalgas y los genitales, al igual que sucede con las heridas causadas por cirugía o por lesiones.
Efectos de los parásitos
Los parásitos intestinales causan anemia, lactantes de bajo peso, malnutrición, retraso mental y físico. Además afectan la economía en general al bajar la productividad en los adultos y limitar las actividades y el desempeño escolar en los niños.
Aunque los parásitos intestinales se difunden más fácilmente en las condiciones sanitarias deficientes de las comunidades empobrecidas, ningún ser humano está exento de contraer la infección.
Tratamiento
El tratamiento médico de la parasitosis depende específicamente del microorganismo o microorganismos involucrados. Algunos de los medicamentos más frecuentemente utilizados en el tratamiento de las parasitosis incluyen:
Es importante tener en cuenta que las mujeres en embarazo no deben tomar tratamientos antiparasitarios.
- Metronidazol, nitazoxanida , Tinidazol y Paromomicina: Se administran por vía oral y son efectivos en en el tratamiento de las parasitosis por protozoos (giardiasis y amebiasis).
- Mepacrina: Indicado para la giardiasis, se toma por vía oral.
- Yodoquinol e Diyodohidroxiquina): Indicado en amebiasis.
- Mebendazol y Albendazol: Indicados en la mayoría de la parasitosis por nematelmintos (gusanos cilíndricos). El albendazol también es efectivo en teniasis.
- Prazicuantel y Niclosamida: Efectivos contra parasitosis por platelmintos (gusanos planos).
Véase también:
Fuentes
- OMS- Organización Mundial de la Salud
- “Conociendo más sobre parásitos y parasitosis”
- Director del Proyecto, Dr. Sixto Raúl Costamagna, Presidente de la ASOCIACION PARASITOLOGICA ARGENTINA, http://www.apargentina.org.ar