Halitosis: Más allá del aliento

El mal aliento, también conocido como halitosis, es una condición de salud que afecta al treinta por ciento de la población, aunque la frecuencia puede ser mayor si se tiene en cuenta que en muchos casos, no es percibido por la persona afectada y no se reporta a los servicios de salud.

Para algunos investigadores, más allá del problema físico, el mal aliento afecta las dimensiones psicológica y social, estando asociado con frecuencia a problemas de la boca y/o mala higiene oral, aunque también puede aparecer en casos de enfermedad general, consumo de ciertos alimentos o bebidas y uso de algunos medicamentos, entre otros.

Otros factores que influyen en el olor del aliento son la edad de la persona, el momento del día, la cantidad de saliva producida, el consumo de cigarrillo y alcohol, así como la frecuencia y la calidad de la higiene oral, incluyendo el cepillado y el uso adecuado del enjuague y la seda dental.

Algunas recomendaciones de los expertos para la prevención y el tratamiento de la halitosis, incluyen:

• Mantener una buena higiene oral: Cepillarse los dientes al menos dos veces al día y utilizar seda dental para eliminar la placa bacteriana entre los dientes.
• Mantener la hidratación del organismo para garantizar una producción adecuada de saliva y un buen funcionamiento de los sistemas orgánicos.
• Evitar o limitar el consumo de ciertos alimentos que pueden contribuir al mal aliento, como el ajo, la cebolla, especias fuertes y comidas picantes.
• Utilizar enjuague bucal para el control de la placa bacteriana, la reducción del número de microorganismos y el mantenimiento de la frescura del aliento.
• Llevar a cabo una revisión semestral del estado de salud oral y una revisión médica anual para detectar tempranamente factores de riesgo y enfermedades generales.