Después de que el sangrado ha comenzado, no hay forma de detener con medicamentos una amenaza de aborto.
Como fue mencionado anteriormente, las recomendaciones médicas pueden disminuir el riesgo de aborto pero, aun así, este ocurre en el 50 % de las amenazas.
Generalmente el sangrado es escaso y se detiene con reposo. Se aconseja no cargar objetos pesados, no viajar, no tener relaciones sexuales, no tener orgasmos y no usar tampones. Se debe llevar un registro de la cantidad de toallas higiénicas utilizadas y de la cantidad de sangre absorbida por estas, ya que esto constituye una medida indirecta de la abundancia del sangrado.
La periodicidad de los controles médicos será de acuerdo al criterio del especialista.