La consecuencia más peligrosa del asma es la presencia de ataques agudos de la enfermedad, que pongan en peligro la vida del paciente. Por esto, el tratamiento busca reducir la posibilidad de estos ataques. En caso de presentarse, se debe controlar rápidamente el estrechamiento de las vías aéreas. El tratamiento farmacológico puede ser de dos tipos: a largo plazo y de alivio inmediato.
Para el alivio inmediato del asma se utilizan:
- Agonistas beta de corta acción: Salbutamol, Albuterol, Pirbuterol y Lavalbuterol.
- Bromuro de Ipratropio
- Corticosteroides de administración oral o intravenosa.
En el tratamiento a largo plazo del asma, es frecuente que se utilicen:
- Corticosteroirdes inhalados: son el tipo de medicamento que con mayor frecuencia se prescribe para el asma e incluye Fluticasona, Budesonida, Mometasona, Beclometasona y Flunisolida. Es común que el especialista instruya al paciente para que en la aplicación de estos medicamentos utilice inhalocámaras especiales.
- Modificadores de leucotrienos: pueden prevenir los síntomas de asma hasta por 24 horas. Incluyen Zafirlukast, Montelukast y Zileuton.
- Betagonistas de acción prolongada: como Salmeterol y Formoterol, que actúan reduciendo la inflamación de la vía aérea. Estos medicamentos solo deben ser utilizados bajo estricta vigilancia médica debido al potencial peligro que representan.
- Teofilina: es un medicamento de administración oral que se toma una vez al día para ayudar a dilatar las vías respiratorias.
En algunos casos, se utilizan inhaladores que combinan dos sustancias activas, por ejemplo salbutamol más bromuro de ipratropio. Si el asma es de origen alérgico es posible que sea necesario el uso de antihistamínicos y otros medicamentos específicos para el control del componente alérgico.
Pueden presentarse casos severos de asma en que los medicamentos, tanto de acción inmediata como los de acción prolongada, no ofrecen suficiente alivio al paciente. En este caso, puede optarse por una termoplastia bronquial en la que se introduce un electrodo dentro de las vías respiratorias, este se calienta y con ello se disminuye el tejido muscular de los bronquios.