Es originada por la bacteria por la bacteria Salmonella typhi, que se transmite por agua y alimentos contaminados, por orina, por materia fecal y por portadores (otras personas con la infección). El agua contaminada es la fuente más común de fiebre tifoidea. Existen varios factores que favorecen la transmisión de la bacteria como consumir alimentos o bebidas contaminadas, tomar agua no potable, no lavarse las manos (o no hacerlo correctamente) antes de preparar o consumir alimentos, alimentarse del plato de una persona infectada, vivir en un lugar sin inodoro y viajar a zonas donde existe la infección. La bacteria no puede vivir en un pH ácido; por lo tanto, cuando se utilizan medicamentos como antiácidos, omeprazol y ranitidina que disminuyen la acidez del estómago, se favorece el crecimiento y la infección por Salmonella typhi.