Básicamente, consiste en la administración de antibióticos durante 3 a 7 días en caso de infecciones urinarias bajas no complicadas o por 7 a 14 días, e incluso más, en las infecciones urinarias altas o complicadas.
Como muchas bacterias pueden causar estas infecciones, el tratamiento con antibióticos siempre debe ser prescrito por un médico, quien también determinará la duración del mismo.
Algunos de los antibióticos apropiados para tratar las infecciones urinarias bajas son trimetoprim sulfametoxazol, ciprofloxacina, norfofloxacina y nitrofurantoína (solo para infecciones no complicadas).
En caso de infecciones urinarias altas los antibióticos de elección son fluoroquinolonas (levofloxacina, ciprofloxacina), amoxicilina-clavulanato y trimetoprim sulfametoxazol.
Para lograr una curación completa de las infecciones urinarias es muy importante seguir al pie de la letra las instrucciones del médico y completar todo el tratamiento con antibióticos.
Consulte con el médico.