Otitis

La clasificación de la otitis se hace, principalmente, de acuerdo al lugar del oído donde esta se presente, es así como se divide en:

1.Otitis externa: Afecta el canal auditivo externo, desde el tímpano (sin afectarlo) hasta las orejas (pabellones). Generalmente, es de origen infeccioso aunque puede ser también de origen alérgico o por tener otras causas. De acuerdo con su evolución puede ser aguda o crónica y,  cuando afecta todo el conducto con gran inflamación y sobre infección se conoce como otitis externa maligna.

2. Otitis media: Se presenta en el oído medio, que es la porción que se encuentra detrás del tímpano y contiene el martillo, el estribo y el yunque, huesecillos responsables de La conducción del sonido necesario para la audición. La principal causa es de carácter infeccioso. Puede dividirse en:

• Otitis media aguda: se trata de un episodio muy doloroso y de poca duración.
• Otitis media crónica: es una infección auditiva que se puede dar por un tiempo prolongado, de manera constante o intermitente, y puede ocasionar daño permanente del oído.
• Otitis media con derrame o exudativa: cuando en el oído interno se encuentra un líquido espeso y pegajoso sin que necesariamente se presente infección.
• Otitis media crónica supurativa: la infección persistente del oído medio lleva a que la membrana del tímpano descargue fluido o se rompa.

En general, las otitis se producen por procesos infecciosos, pero las causas últimas pueden variar de acuerdo al tipo específico de otitis.Las causas más comunes de la otitis externa incluyen:

• Exceso de humedad: puede darse por excesiva sudoración o por que quede agua dentro de los oídos ellos, lo cual es muy común en la práctica de la natación.
• Lesiones internas: se presentan cuando se introducen objetos o las uñas para limpiar los oídos. También se dan por el uso de audífonos.
• Reacciones alérgicas: por ejemplo, a productos para el cabello o a los aretes.

En el caso de la otitis media, la infección se presenta por un bloqueo de las Trompas de Eustaquio, canales que drenan los líquidos del oído interno hacia la garganta. El bloqueo de las trompas de Eustaquio, que es más frecuente en bebés y niños pequeños, se da como consecuencia de alergias, resfriados, exceso de moco y saliva, amigdalitis y por la presencia de irritantes como el humo y el polvo.

Los síntomas comunes de ambos tipos de otitis, incluyen:

• Dolor de oído.
• Picazón e irritación en el oído.
• En algunos casos, derrame de fluido a través del canal auditivo.
  

En el caso específico de la otitis externa, si los síntomas no se atienden a tiempo, la enfermedad pueden progresar y pasar de leve a severa:

• Síntomas leves: piquiña en el canal auditivo, enrojecimiento del canal auditivo o la oreja, sensación de tener un objeto en el oído, expulsión de líquido.
• Síntomas moderados: aumenta la picazón, el enrojecimiento y el fluido, aparece dolor, disminución de la agudeza auditiva y hay, sensación de taponamiento.
• Síntomas severos: dolor intenso y fuerte que se irradia hacia la cabeza, el cuello y la cara.; Bloqueo total del canal auditivo, enrojecimiento y adormecimiento del pabellón y fiebre.
  

La otitis media se presenta con:

• Dolor de oído, especialmente cuando se está en posición boca abajo.
• Expulsión de líquido por el canal auditivo.
• Disminución de la agudeza auditiva.
• Fiebre.

En niños pequeños es necesario estar atentos si lloran más de lo normal, tienen dificultades para dormir o están irritables.

En el tratamiento de las diferentes otitis hay que tener en cuenta tres aspectos: la higiene, el dolor y la infección.

• Higiene: uno de los primeros pasos es hacer una higiene correcta de los oídos. Esta debe ser realizada por personal especializado para evitar lesiones del canal auditivo. En las otitis supurativas puede ser necesario la implantación de tubos auditivos que permitan drenar el exceso de líquidos.
• Dolor: el dolor de oído es uno de los más intensos que puede experimentar una persona, para tratarlo puede ser necesario utilizar acetaminofén, ibuprofeno y en algunos casos gotas que contengan algún agente anestésico.
• Infección: en todo caso, el objetivo del tratamiento debe ser vencer el agente infeccioso, que produce la otitis; de no hacerlo esta puede progresar a infecciones más graves como la meningitis. Para atacar la infección, el médico tratante suministrará antibióticos que pueden incluir Amoxicilina, Ciprofloxacina, Cefuroxima y Ceftriaxona. Es muy importante que el tratamiento se tome por el tiempo y con la frecuencia que el médico lo indica. En algunos casos, cuando se incorporan tubos de ventilación para mejorar la salida de líquidos, es necesario utilizar gotas antibióticas y antiinflamatorias para controlar la infección y evitar complicaciones.
  

Es importante que la persona que presenta una otitis evite volar, nadar, bucear, utilizar audífonos y que sea muy cuidadosa al secarse la región de los oídos cuando se toma el un baño.

Para evitar las otitis es necesario:

• Secar correctamente los oídos: si se tiene agua en el canal auditivo, mover la cabeza de lado a lado hasta que esta salga y secar suavemente con una toalla la parte exterior del oído.
• Evitar introducir objetos dentro del oído, en especial objetos rígidos y metálicos como llaves, ganchos para pelo, lápices, etc.
• Usar protecciones para los oídos: audífonos o tapones cuando se nada o está expuesto a irritantes.
• Evitar estar cerca a personas que fuman o en ambientes para fumadores.
• Tratar de inmediato los resfriados y otras enfermedades respiratorias.
• Mantener aseada la nariz. En caso de exceso de moco es muy bueno el hacer lavado con suero fisiológico, este puede conseguirse en gotas o en atomizador.

Consulte con el médico. 

• Dolor de oído
• Sensación de oído tapado
• Tinnitus (zumbido de oídos)
• Secreción en el oído
• Otitis ocasionada por la piscina
• Otitis-video

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