Hasta hace algún tiempo, el tratamiento de la eyaculación precoz estaba basado exclusivamente en psicoterapia (para disminuir tanto la ansiedad asociada a la intimidad sexual como las implicaciones emocionales del desempeño sexual, principalmente) y técnicas de modificación de las conductas durante el sexo (ejercicios de distracción mental, detener los movimientos de estimulación, etcétera).
En la actualidad, además, se pueden emplear algunos medicamentos, de manera complementaria y siempre a consideración del médico tratante ya que no están aprobados para el tratamiento de la eyaculación precoz, como los inhibidores de la fosfodiesterasa (sildenafil), ciertos antidepresivos tricíclicos y algunos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (fluoxetina, paroxetina y sertralina) y la aplicación de anestésicos (cremas o geles) en el pene.
Recientemente se ha aprobado un medicamento antidepresivo, dirigido específicamente al tratamiento de la eyaculación precoz.
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