¿Cómo prevenir los problemas de la diabetes?
Pocas cosas afectan tanto la vida como ser diagnosticado con una enfermedad que es silenciosa pero que puede causar un deterioro progresivo e irreversible de algunos de los órganos más importantes del cuerpo.
La diabetes, una de las enfermedades más comunes de nuestro tiempo, representa múltiples desafíos porque su control implica ciertos compromisos en el estilo de vida de parte del paciente y de sus familiares. Si esos compromisos no se cumplen, con el tiempo el deterioro será inminente y la calidad de vida se verá afectada profundamente por las complicaciones. Aquí presentamos algunas estrategias para tener en cuenta a la hora de prevenir dichas complicaciones de la diabetes.
¿Cuáles son las complicaciones de la diabetes?
Antes de saber cómo prevenirlas, es importante conocer muy bien cuáles son esas posibles complicaciones.
En términos generales, los problemas de la diabetes se pueden dividir en agudas (a corto plazo) o crónicas (a largo plazo).
Las complicaciones agudas están relacionadas con un aumento excesivo del azúcar en la sangre (vea también: Diabetes) que puede llevar a deshidratación severa y pérdida de la conciencia (Cetoacidosis diabética o Estado Hiperglicémico Hiperosmolar), o a una reducción significativa de la glucemia que se denomina hipoglucemia y que corresponde a un efecto secundario de algunos medicamentos orales y de las insulinas.
Las complicaciones crónicas, por su parte, tienden a presentarse en órganos vitales o de suma importancia como los riñones, el corazón, el cerebro, los ojos y los nervios periféricos, llevando al paciente a un riesgo aumentado y progresivo de falla renal, infarto coronario, accidentes cerebrovasculares, ceguera y pérdida de la sensibilidad en la piel. Estas complicaciones también se asocian a un mayor riesgo de infecciones graves y a la aparición de heridas que no sanan fácilmente y que a su vez, pueden desencadenar las complicaciones agudas.
¿Cuáles son las estrategias para prevenir las complicaciones?
La prevención de las complicaciones de la diabetes tiene cinco componentes que deben ser implementados e incorporados en el estilo de vida del paciente y de sus familiares.
1. Nutrición.
Seguir las recomendaciones nutricionales dadas por los profesionales de la salud es importante. Sustituir los azúcares refinados y realizar un adecuado balance de los componentes de la dieta resultará fundamental para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Recuerde que si bien la dieta sigue ciertas reglas, esta debe ser individualizada para cada quién, según las expectativas, el nivel de actividad física y el contexto sociocultural. De esta forma será más fácil cumplir con el plan indicado.
2. Actividad física.
Si no se tienen antecedentes de infarto o enfermedades que impidan hacer ejercicio, la recomendación es realizar entre 150 y 300 minutos a la semana de actividad física cardiovascular de intensidad moderada, además de 20 minutos de fortalecimiento y 20 minutos de estiramientos.
Alcanzar ese nivel es difícil, más aún si no se está acostumbrado a realizar ningún tipo de actividad, pero se puede empezar por pequeños cambios que impliquen caminar. Por ejemplo, en vez de utilizar el ascensor se puede empezar por subir por las escaleras. Caminar en vez de utilizar el carro. Bajarse del transporte tres a cinco cuadras antes del destino. O si se está más avanzado y dispuesto a hacer actividad física, encontrar lo que más le guste: baile, natación, aeróbicos, entre otros. Se debe recordar que es importante consultar al médico antes de iniciar cualquier rutina de ejercicio.
3. Automonitoreo y control.
El automonitoreo y el control implica no sólo tomarse los medicamentos según la prescripción del médico, sino también controlar los niveles de azúcar en la sangre en los momentos más indicados. Actualmente existen dispositivos denominados glucómetros que permiten cuantificar la glucemia fácilmente desde la casa.
También de manera trimestral, semestral o según la indicación del médico, se debe realizar una prueba de hemoglobina glicosilada (Hb1Ac) que mostrará el promedio de los niveles de azúcar en la sangre de los últimos tres meses. Pero, ¿en cuánto deben estar esos valores? Esto puede variar dependiendo de la persona. En conjunto con el médico se acordará cuál debe ser la meta de hemoglobina glicosilada y de las glucometrías (Generalmente Hb1Ac: <7%).
Parte del automonitoreo y el control consiste en revisarse los pies en busca de lesiones y tomarse la tensión arterial, acudir al oftalmólogo y al odontólogo y realizarse exámenes que den cuenta del perfil lipídico (colesterol y triglicéridos) periódicamente
4. No fumar.
El cigarrillo no sólo es una de las principales causas de diabetes, sino que también aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares como infarto coronario y accidentes cerebrovasculares.
5. Educación.
Este es uno de los pilares más importantes. Entre más se conozca sobre la enfermedad y su cuidado, mejores van a ser los resultados. Por ello es importante que los pacientes con diabetes y sus familiares desempeñen un papel activo en el cuidado de la enfermedad. Deben aprender a buscar fuentes de información confiable, tomar cursos virtuales o presenciales (sobre la enfermedad, sobre cocina para personas con diabetes, entre otros) y trabajar para implementar esos pequeños cambios que ayudarán a mantener los niveles de azúcar en sus niveles adecuados y a prevenir las complicaciones y los problemas propios de la enfermedad.
Véase también:
- Opciones de endulzantes para las personas con diabetes
- La canela: Una opción saludable para quienes padecen problemas de Diabetes
- ACV una enfermedad más común de lo que parece
- Chequeos médicos que todo hombre debe hacerse
- Hipoglicemia
- Hiperglicemia
Bibliografía:
- Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Renales y Digestivas. Controle la diabetes. Agosto de 2013.