En la actualidad, no se cuenta con ningún tratamiento que permita revertir o detener el progreso de las demencias. Los medicamentos y las terapias de acompañamiento psicológico buscan aliviar los síntomas para brindar al paciente una mejor calidad de vida. Los medicamentos más utilizados son:
- Anticolinesterasas (Donepezil, Rivastigmina y Galantamina): actúan inhibiendo la producción de colinesterasa, una enzima que destruye la acetilcolina y, en consecuencia, mejora la capacidad para concentrarse.
- Antagonistas de receptores NMDA: la Memantina, primer medicamento de esta clase, ayuda al paciente para que pueda pensar más claramente y realizar las actividades diarias más fácilmente.
- Antipsicóticos: algunos medicamentos de este tipo han demostrado ser útiles en ciertas clases de demencia.
- Adicionalmente, el médico tratante puede administrar otros medicamentos que pudieran prevenir el desarrollo de lesiones cerebrales, en especial en demencias de origen vascular.
En algunos casos, es necesario recluir al paciente en centros con personal especializado en el manejo de la enfermedad.