Debido a las potenciales complicaciones de la meningitis y la dificultad que representa tratarla, siempre es necesaria la intervención del especialista, por eso se recomienda, en especial en niños y ancianos, que ante signos de alerta como la fiebre, se acuda al médico.
Cuando se sospecha meningitis, es urgente brindar al paciente tratamiento farmacológico ya sea con medicamentos antibióticos o antivirales, según el tipo de microorganismo que la ocasione. Además una terapia de soporte que incluya medicamentos anticonvulsivantes, antipiréticos, analgésicos y antiinflamatorios.
El tratamiento farmacológico de la meningitis puede incluir:
- Antibióticos: se usan en meningitis bacterianas. En este grupo se incluyen Ampicilina, Cefotaxima, Ceftriaxona, Gentamicina, Penicilina, Rifampin y Vancomicina.
- Anticonvulsivantes: buscan reducir o evitar la convulsiones producidas por meningitis e incluyen Fenitoina, Fenobarbital y algunas benzodiacepinas como el Clonazepam.
- Medicinas para reducir la presión e inflamación de los tejidos del cerebro: Dexametasona y Manitol.
- Antiinflamatorios no esteroideos: Ccomo el acetaminofén, para reducir la fiebre y los dolores musculares.