Ansiedad

Los tipos más comunes de trastorno de ansiedad son:

• Ataques de pánico: se trata de ataques repentinos de terror. Usualmente, se acompañan de palpitaciones y dolor en el pecho, además de sensaciones de ahogo, pérdida de la razón y muerte inminente. En este caso se han obtenido muy buenos resultados con el uso de ciertos medicamentos, especialmente Clonazepam.
• Trastorno obsesivo compulsivo (TOC): se presenta cuando la persona, además de sentimientos de ansiedad, desarrolla obsesiones y rituales. La administración de Paroxetina ha demostrado ser muy útil en este tipo de trastorno.
• Trastorno de estrés post-traumático (TEPT): se caracteriza por la sensación de volver a experimentar una situación peligrosa o dolorosa del pasado.
• Fobias: miedos irracionales a situaciones que representan una amenaza mínima,; por ejemplo, el miedo a permanecer en espacios cerrados, a volar, a subir a las alturas, a conducir en carretera, etc.
• Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): cuando la persona se preocupa en forma excesiva, durante más de 6 meses, por aspectos pequeños y grandes de su vida cotidiana. Algunos antidepresivos duales, como la Duloxetina, han demostrado ser muy útiles en estos pacientes.

Las causas de la ansiedad no se encuentran plenamente identificadas; en ella participan aspectos genéticos del comportamiento, de aprendizaje, de la bioquímica cerebral, del entorno social  e incluso del medio ambiente, que son detonados por una situación estresante específica.
Igualmente, la ansiedad puede estar asociada a otros problemas de salud como diabetes, enfermedad cardiovascular, consumo de sustancias psicoactivas, cáncer, asma, enfermedades respiratorias, etc.

Cada uno de los tipos de trastornos de ansiedad puede presentar síntomas específicos, sin embargo, a nivel general, se caracteriza por:

• Sensación de impotencia y desconfianza.
• Sensación de encontrarse en peligro inminente.
• Sensación de fatiga y debilidad.
• Aumento en el ritmo cardíaco.
• Respiración agitada.
• Sudoración excesiva.
• Agitación general y temblores.

En el caso de la ansiedad, lo más recomendable es combinar el tratamiento farmacológico y la psicoterapia. El tratamiento farmacológico, que debe ser prescrito por un médico, puede incluir: 

• Antidepresivos, como Fluoxetina, Paroxetina, Escitalopram, Sertralina, Venlafaxina e Imipramina; estos influyen sobre la actividad de los neurotransmisores.
• Buspirona, un medicamento que puede ser utilizado en forma continuúa.
• En algunos casos, benzodiacepinas como Clonazepam, Lorazepam, Diazepam, Clordiazepoxiodo y Alprazolam; cuyos efectos sedantes permiten aliviar los síntomas de ansiedad, pero no son recomendables en personas que hayan sufrido de adicción a sustancias.

Tanto para prevenir como para controlar los síntomas de los trastornos de ansiedad es recomendable:

• Evitar el consumo de sustancias como alcohol, tabaco y estupefacientes.
• Evitar o reducir el consumo de cafeína.
• Alimentarse y descansar adecuadamente.
• Hacer ejercicio.
• Usar técnicas de relajación.
• Contar con personas de confianza para dialogar y pedir consejo ante situaciones estresantes.

En todo caso, es importante que usted recuerde que para un manejo integral y apropiado del trastorno de ansiedad, este siempre debe estar orientado por un médico especialista. Evite automedicarse.

• Depresión
• Demencia
• Sudoración
• Insomnio
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1. Instituto Nacional de la Salud Mental. Trastornos de ansiedad. Publicación NIH No. SP 09-3879. Reimpreso en 2009.
2. Trastornos de Ansiedad. En: American Psychiatric Association. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-IV. Masson S.A., Barcelona (España). 1995. p. 401-56.
3. Mayo Clinic. Anxiety. http://www.mayoclinic.com/health/anxiety/DS01187. Recuperado en Mayo 26 de 2011.